Escribir sobre el ayuno de dopamina me parece un gran tema para volver a escribir en mi blog después de casi 4 años de la última entrada.
Antes de entrar en materia solo decir que vuelvo a escribir porque realmente me encanta escribir y contar vivencias, aprendizajes (tanto personales como profesionales) y ahora que soy padre pienso que algún día podrían leerme mis hijas así que tal y como leí la semana pasada del gran Sergio Fernández, escribir aquí es como hablarles en diferido a mis hijas.
Vamos al tema.
La esencia de mi ayuno de dopamina
Por mi profesión (o quizás poniendo como excusa mi profesión), paso muchas horas delante de la pantalla y aunque me gustaría decir que mucho del tiempo invertido es productivo, debo reconocer que no lo es.
Creo sinceramente que hay una guerra por nuestra atención y que estamos continuamente expuestos a estímulos para robárnosla. Seguro que esto te suena…
- Vas a mirar un mail en el móvil y como por arte de magia acabas viendo «stories» en Instagram.
- Vas a mandar un whatsapp de trabajo y acabas dando vueltas por youtube…
Hace un tiempo se me ocurrió mirar el tiempo de media que pasaba mirando la pantalla del teléfono mediante «screen time» de Apple. Sinceramente, me dió pena.
Después leí el libro Detox de Dopamina de Thibaut Meurisse y me ayudó a entender realmente que pasa en tu mente y como funcionar la dopamina como estímulo.
Después de leer el libro, me propuse hacer un Ayuno de dopamina de 24 horas a la semana. El día elegido fué el domingo, ya que es un día que suelo pasar completamente en familia y me apetece dedicarles mi atención plena.
Mi ayuno de dopamina consiste en no entrar en ninguna red social durante el ayuno y solo utilizar el teléfono móvil si es necesario, para llamar o contestar una llamada. Ni siquiera miro el whatsapp.
Entrar en acción
Aunque muchas veces somos conscientes de este tipo de estímulos externos y de cómo afectan a nuestra atención y nuestra productividad, nos falta tomar acción para volver a adueñarnos y dominar nuestro recurso más valioso, el tiempo.
Si como yo, eres amante de los datos, aquí te paso unos cuantos donde puedes ver como el domingo mi actividad en el móvil es casi nula:
Sólo con el ayuno de dopamina de 24 horas he conseguido reducir aproximadamente un 15% el tiempo de uso con el terminal que en algunas semanas llegó a ser de más de 24 horas en total y ahora está por debajo de las 17 horas, es decir, a grandes rasgos le he ganado unas 7 horas a la semana.
Conclusiones después del ayuno de dopamina
Muchas veces creemos que si no estamos en las redes sociales, en whatsapp, si no entramos en Internet, etc. nos vamos a perder algo o nos vamos a quedar fuera de algo importante.
Después de varias semanas practicando el ayuno de dopamina los domingos, os dejo aquí mis impresiones:
- Si algo es urgente la gente te llamará así que no te agobies.
- Al tener menos estímulos externos, tu atención es mucho más plena y consciente del momento que estás viviendo en cada situación. Es curioso, pero incluso he llegado a sentir de manera diferente un abrazo o una conversación.
- No necesitas saber cómo vive el resto de personas, sólo necesitas vivir tu vida.
- Nada de lo realmente importante sucede en la pantalla de tu teléfono.
- Cuando solo te centras en tu vida y en el momento presente, tomas mejores decisiones.
- Tú ansiedad disminuye conforme las redes sociales se alejan de tu mente.
La verdad es que estoy gratamente sorprendido de este experimento y tengo intención de incluso ampliarlo a más días.
Si te animas a hacer algo parecido, o tienes algún comentario, puedes enviarme un mensaje y contármelo porque seguro que aporta.
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