La mayoría de las ocasiones nuestra actitud frente a algo marca el resultado. Tener una actitud positiva en general nos ayudará a relativizar los problemas y estar más preparados para hacerles frente.
Practica la gratitud
Todos nosotros tenemos muchas cosas por las que sentirnos afortunados.
Tomarnos un momento todos los días para anotar o reflexionar sobre todas esas cosas que nos hacen sentir agradecido nos dará perspectiva.
Está comprobado que cuando practicamos a diario la gratitud, nuestras quejas disminuyen de manera considerable.
Acepta sin tomártelo personalmente
Gran parte de nuestra frustración proviene de lo que otras personas hacen o dicen.
Analizamos demasiado todo lo que la gente dice y hace.
Si quieres vivir una buena vida, no puedes tomar todo personalmente. Al final sabemos que hay cosas más importantes para la vida, como la salud, familia, etc.
Déjalo salir
Cuando vas creciendo, te vas dando cuenta que la vida es un desafío tras otro. Todos pasamos por momentos mejores y peores.
Lo importante es comprender que tanto lo bueno como lo malo, pasará.
No debemos quedarnos llenos de ira, frustración, ansiedad, etc…