Procrastinar es algo que hacemos todos.
Lo primero es reconocerlo.
Una vez llegados a este punto, podemos intentar procrastinar lo más útilmente posible para llegar lo más próximo posible al resultado deseado de nuestras tareas.
El equilibrio aquí es relajarte, no castigarte demasiado, ser amable contigo mismo pero aún así responsabilizarte.
Hay muchos consejos e incluso herramientas, muchos tips de gente que habla sobre productividad que te pueden ayudar.
Al final se trata de probar que cosas te van bien a tí y sobretodo, pensar que esto es algo para y por tí. Debes ser honesto contigo mismo. Esa es la base.
Descubre cual es tu momento más productivo
Cada vez soy menos partidario de los horarios estáticos.
Creo que todos deberíamos pensar en qué momento somos más productivos e invertir todas nuestras energías para hacer el trabajo importante en ese momento.
Haz una lista el día antes
Intenta reservar un tiempo al despertar y antes de acostarte para escribir. De lo que sea, esto hará que cojas impulso para las tareas que necesitas hacer.El día antes escribe una lista con las cosas que sabes que debes hacer al día siguiente y coloca lo que menos te gusta primero.
Ten previsto un plan alternativo
Si asumimos de partida que todos procrastinamos, sería bueno tener previsto un plan alternativo para el momento en que alguna de las tareas no pueda ser realizada por un motivo que no dependa de nosotros. Tendremos la excusa perfecta para procrastinar pero si tenemos un plan alternativo será una procrastinación útil.