Las redes sociales han pasado a convertirse en la prensa de la mayoría de las personas.
Es más, has pasado a convertirse en la única prensa de la mayoría de las personas, y ahí es donde el problema comienza.
En la mayoría de conversaciones que tengo últimamente siempre hay alguien que habla de una noticia o dato sorprendente y cuando le preguntas:
¿A sí? No tenía ni idea, ¿cómo lo has sabido?
Respuesta: lo leí en una noticia en Facebook (pon aquí la red social que quieras).
Noticias virales y el negocio de las redes sociales
Cualquier contenido en redes sociales puede ser compartido y llegar cada vez a más personas, llegando incluso a convertirse en viral.
La publicidad es el negocio de las redes sociales, y mientras que sus anuncios y noticias lleguen a cuanta más gente posible, pues mucho mejor.
Pero cuidado porque una noticia viral no tiene por que ser cierta.
Por ejemplo, en las pasadas elecciones alemanas, de las 10 noticias más virales sobre Merkel, 7 eran falsas.
Mucho hemos oído también sobre la posible intervención de los rusos en la elección de Trump en los EEUU.
¿Recordáis este tipo de vehículos?
¿Cuánta audiencia creéis que eran capaces de captar?
Ahora imaginemos un anuncio lanzado hoy mismo en las redes sociales. El audiencia podría alcanzar:
- Facebook cuenta con cerca de 1.900 millones de usuarios activos en un mes.
- Whatsapp tiene más de 1.200 millones de usuarios activos en un mes.
- YouTube tiene más de 1.000 millones de usuarios activos en un mes.
- Instagram tiene más de 700 millones de usuarios activos en un mes.
- Google+ tiene más de 540 millones de usuarios activos en un mes.
- LinkedIn cuenta con 500 millones de usuarios activos en un mes.
Solución
A nivel de usuario no nos queda otra que intentar contrarrestar las fuentes, es decir, si leemos una noticia «bomba» en Facebook, podríamos entrar en la web de las principales periódicos para comprobar si dicha noticia aparece.
Algo parecido ya os hablé en este blog, sentido común.
A nivel de regulación va a ser muy difícil. Se debería crear un Organismo regulador que controlase el contenido pero aquí entraríamos en la lucha con la censura.
Lo que está más que claro es que las redes sociales llegan a muchísima audiencia y por tanto, lanzar campañas publicitarias a través de ellas es una muy buena opción.