Hoy quiero escribiros sobre un nuevo aprendizaje que he descubierto con la preparación al Ironman de Lanzarote.
Esta vez voy a poner el ejemplo deportivo pero lo podemos extrapolar a cualquier tipo de disciplina.
Procrastinar
Esta es una de las claves.
¿Eres de los que deja lo que menos te gusta para el final?
Te convences pensando que has realizado infinitas tareas y que al final no te queda más tiempo.
Pero que casualidad que lo que te queda pendiente siempre suele ser aquello que menos te gusta.
Y que paradójicamente es en lo que más necesitas trabajar.
Procastinar hace referencia a eso, a postergar, demorar, retrasar…
Haz primero lo que menos te gusta
Deportivamente hablando, y en el caso concreto del triatlon, lo que menos me gusta con mucha diferencia es nadar.
En los triatlones que he preparado, sobretodo en larga distáncia (donde la natación es el sector que menos tiempo ocupa), tengo que reconocer que he procastinado muchísimo en la natación.
Siempre encontraba una cosa (excusa) que me impedía nadar….
O mejor dicho, cuando pasaba algo fuera de lo normal siempre era la natación lo que quitaba de mi agenda…
Pues este año en la preparación del IM de Lanzarote he probado lo siguiente.
Hacer lo que menos me gusta nada más despertar, cada día.
Lo primero que hago cada día es nadar, a las 7:30 estoy en el agua.
Coge eso que sabes que necesita ser hecho, eso que siempre retrasar, y ponlo en primera posición de la lista.
Déjate de excusas.
Hazo cada día.
No procastines. El día comienza después de eso.
Ya sabes que siempre tendrás una excusa, aparecerá una urgencia, un nuevo incenidio que apagar, pero para cuando eso llegue ya tendrás tus principales tareas hechas.
Este es el aprendizaje: