La mayoría de las veces quedamos tan absorbidos por nuestro día a día que no tenemos tiempo para pensar…..
Pararse es necesario así como desconectar para seguir conectados.
¿Cuántos de nosotros nos detenemos a pensar en como mejorar las cosas que hacemos?
La técnica del 10%
Esto lo leí de uno de mis referentes, Isra García, y se basa en esencia, en buscar una parte «ridícula» del tiempo que invertimos trabajando para pensar.
Sin móviles, sin Internet, cero distracciones… solo tú y como mucho una hoja en blanco y un boli.
La mayoría de nosotros trabaja en torno a 40 horas semanales. Prueba reservar un 10% de ese tiempo para pensar como mejorar tu trabajo, tu vida, a tí…
Mi experiencia: tiempo para pensar
Profesionalmente dedico gran parte de mi tiempo a la ciberseguridad, peritajes tecnológicos y nuevas tecnologías.
Un mundo en constante evolución y que me ha enseñado que si no estás al día, estás fuera.
En este «mundillo» como en tantos otros que al final somos un «servicio» en una empresa es normal que la mayoría de tiempo estemos apagando fuegos.
Pero, si solo nos dedicamos a apagar fuegos, como vamos a evitar que aparezcan más?
¿Cómo vamos a mejorar nuestro trabajo para hacer nuestro tiempo más productivo?
¿Cómo vas a aportar valor?
Debemos buscar un tiempo para pensar en mejorar, para ver que cosas han aparecido que nos pueden ayudar, procedimentar, lanzar, cambiar lo que no funciona….
Tengo que deciros que he puesto en marcha esta técnica con varios de los compañeros con los que trabajo y el feedback está siendo muy positivo.
Al principio tienes que «obligarlo» porque es necesario para romper ciertos hábitos adquiridos.
Aportar valor
He leído en el libro «La anti-productividad» que hoy en día el principal intercambio de valor en una empresa es el de tiempo por dinero.
Creo que es una idea totalmente obsoleta, más tiempo no tiene porque significar mejor.
Esa idea es unidimensional y nosotros debemos trabajar en mejorar las cuatro dimensiones (física, mental, espiritual y emocional).
Las empresas deben entender que sus empleados tienen cuatro dimensiones y que cultivando esas cuatro dimensiones van a ser mucho más felices y van a rendir muchísimo más.
En definitiva, si no aportamos valor, si no nos sentimos apreciado, si no podemos expresar nuestros talentos, si no estamos en forma…. dará igual el tiempo que le dediquemos a una tarea, seguiremos apagando fuegos pero cada vez estaremos más cerca del fuego.